Nigromancia lvl. 80: Buffy Cazavampiros.

 

Como bien dice el título de la entrada, esto es una nigromancia en toda regla. Espero no volver a dejar de lado otra vez el blog y actualizar de vez en cuando. Ya tengo pensado un nuevo artículo y pronto lo subiré, mientras tanto aquí está esto que escribí hace ya un tiempo 

Tengo que admitirlo, Buffy fue la serie de mi adolescencia. Aún recuerdo como me llamaba la atención en esas tardes de verano en Canal + cuando mi padre la dejaba un rato porque no había otra cosa que le gustase en la tele. Más adelante la cambiaron a la hora de comer y ahí si pude seguir las últimas temporadas más o menos bien. Los efectos especiales solían ser más bien penosos pero me encantaba el tratamiento de personajes, los frikismos de los malos de temporada (y muchos de los que no lo eran) y esos brutales diálogos anticlimáticos. Hace poco la rescaté del baúl de los recuerdos y me la tragué enterita.

La serie comienza como lo que empezó siendo, un reemplazo para una serie cancelada a media temporada. Asistimos a la llegada de Buffy a Sunnydale. Por aquel entonces, Buffy ya estaba enterada de su destino como Cazadora y traía cierta experiencia de su anterior instituto (donde la expulsaron por quemar el gimnasio). Allí conoce a sus compañeros de clase Xander, Willow y Cordelia, la repulsiva jefa de animadoras; a su mentor Giles y a su (en principio) amor platónico Ángel. La trama de esta temporada inicial peca de ser muy típica en casi todos los aspectos y la mitad de episodios pueden hacerse incluso cansinos. A pesar de todo,  introduce un aspecto que será una constante en casi toda la serie: los monstruos del capítulo como metáfora de las fases de la adolescencia, es decir, el caso del monstruo sirve para dar una evolución a los caracteres de los personajes, la cual no se resetea al comienzo del siguiente capítulo, sino que va avanzando poco a poco a lo largo de la serie.

La segunda temporada supone una tremenda mejoría ante lo mal que ha envejecido la primera. Si bien al principio le cuesta arrancar, la segunda mitad de temporada lleva un arco argumental sublime que es fácilmente considerable como lo mejor de toda la serie, gracias a episodios como Innocence, Passion o Becoming: Part 2.

A medida que avanza va jugando con todos los conceptos del paso a la edad adulta con los simbolismos que ya he comentado, y en temporadas como la cuarta, enfatizando el humor característico de la serie y en la quinta acentuando su parte dramática. Ya en la séptima y última nos encontramos con un hilo argumental que conecta todo y el carácter episódico de la serie se hace más difuso desde prácticamente el primer capítulo. El capítulo final pienso que podría haber sido bastante mejor y no quedó todo lo épico que debería, pero es un buen final para una gran serie.

 "Ahí donde lo veis a lo Billy Idol,es tope badass"

Algo que debe quedar bien claro es que cuando nos enfrentamos a un producto de Joss Whedon hay dos aspectos que destacarán sobre todo lo demás: los diálogos y los personajes. Y ejemplos buenos de ambos hay a reventar en Buffy. Todos los personajes principales sufren evolución a lo largo de la serie: Buffy pasa de ser una adolescente que ve su destino como un incordio (aunque acaba cumpliéndolo a regañadientes) a una joven que sabe lo que se juega en cada Apocalipsis potencial y presentando la cabeza fría en tales acontecimientos, Willow pasa de ser una empollona y marginada social a una mujer fuerte y segura de si misma, etc. Cabe destacar el ejemplo de Spike como el personaje más complejo y que más cambia desde su primera introducción hasta el final. Es impresionante como la obsesión que carga con Buffy desde el final de la segunda temporada acaba por convertirse en un amor que, aunque distorsionado por su falta de alma, le impulsa a ser mejor persona y a intentar un reconocimiento por parte de ella que nunca llega hasta tal punto que lucha por recuperar su alma y acaba sacrificándose por salvar el mundo, libre de la necesidad de que ella lo reconozca.

Otro punto a destacar es la capacidad de Whedon de innovar en muchos de los capítulos escritos y dirigidos por él. Tras las alabanzas de los críticos a los diálogos de la serie se propuso hacer un episodio sin apenas diálogos y nos regaló Hush, una maldita joya donde se basta de miradas y gestos para que los personajes se comuniquen de una forma que no podían hacerlo cuando podían hablar. También está Restless un poético capítulo que sirvió de finale a la cuarta temporada, donde nos adentramos en los sueños de los protagonistas y por consiguiente en su psique, plagado de metáforas y un pequeño estudio de personalidad de lo que había sido el cuarteto protagonista hasta ese punto de la serie. Once more with feeling, el capítulo musical sirve para expresar en forma de canción todos los sentimientos ocultos que los personajes no se atrevían a expresar en un momento de confusión y cambios para todos. En The Body se nos trata el tema de la muerte de un ser querido de forma magistral, manteniendo la angustia durante todo el capítulo con una falta casi completa de elipsis y de música a lo largo de todo el metraje… Podría seguir enumerando capítulos magistrales y sus virtudes, pero creo que llegaría al límite de caracteres por post.

"I'm feelin' peckish"

Como contraparte negativa veo que en su afán por dejar los demonios como un mero vehículo de desarrollo de personalidades hay capítulos con excusas muy vagas. Por ejemplo, hay un capítulo en el que un demonio quiere usar un artefacto para separar en dos cuerpos la parte humana y de Cazadora de Buffy y matar fácilmente a la parte humana, acaba por alcanzar a Xander al que divide en sus virtudes y defectos. Pues ese demonio falla y desaparece, no se vuelve a saber absolutamente nada de él. Coño, si tanto querías matarla ¿Te rindes porque tu rayo no la alcanza?

En resumidas cuentas, es una serie indispensable pero que el hecho de que empezase hace 15 años puede echar para atrás a muchos jóvenes que no estén acostumbrados a la estética de aquellos tiempos o que los efectos especiales les parezcan cutres en exceso (aunque para mí tienen su encanto).