miércoles, 11 de enero de 2012

Fate/Zero: ¿Are you my master?

Espíritus de héroes del pasado, invocados por poderosos magos, dispuestos a matarse mutuamente por el mítico Santo Grial, objeto que puede concederles su mayor deseo. Sobre el papel pinta muy bien y bastante épico, pero en la puesta en escena y la ejecución recae la mayor responsabilidad de todas, algo que no todo el mundo es capaz de conseguir. (Inserción de imágenes en breve)

Sobre esta idea partía Fate / Stay Night, novela visual de Type Moon con ligero componente hentai, adaptada al anime (sin hentai, guarretes) con dispar fortuna dado que adaptaba el aparentemente peor arco del juego tomándose ciertas licencias (todavía estoy empezando la novela, por lo que no estoy seguro de ese dato). Cuando este anime salió lo disfruté como un enano, pues los héroes que presentaba molaban y da un giro a la historia del Rey Arturo, convirtiéndole en mujer. Claro, esto fue visto por mi mentalidad adolescente de 17 años y me pareció brutal, pero visto en la distancia adolecía de los defectos que se le pueden achacar a la mayoría de animes de este estilo: Protagonistas de instituto, dilemas morales estúpidos, gender-bending por que sí…

Con todo es una historia bastante disfrutable en general, pero con algún que otro defecto serio, pero ahora, su precuela Fate / Zero viene a paliar todo lo que en la anterior adaptación estaba mal o defectuoso.

Ésta se sitúa en la anterior Guerra del Santo Grial que se disputó en Fuyuki. El autor de las novelas en las que se basa el anime tenía que jugar con los elementos del pasado que aparecían en la novela visual y que, en principio podrían lastrar su capacidad narrativa. No he sido lector de las novelas, por desgracia, pero lo que llevo visto de su adaptación animada ha sido altamente satisfactorio por muchos motivos, y el único lastre se lo sigo viendo al retrato de Arturo (perdón, Arturia).
En esta historia, los héroes representados son muchísimo mas carismáticos y con personalidades fuertemente definidas, lo que ayuda a que simpaticemos con ellos. El reparto de héroes se ve conformado por: Arturia, Sikandar el Conquistador (Alejandro Magno para nosotros), Diarmuid Ua Duibhne (héroe irlandés que desconocía previamente), Gilles de Rais (seguidor de Juana de Arco que dista mucho de ser un héroe, pero en esta historia el concepto de héroe es muy amplio), Hassan, el viejo de la montaña, líder de los asesinos, Gilgamesh y uno que no quiero desvelar para quien desee verla, pero que aseguro es conocido y bastante popular.
Pero claro, los espíritus heroicos, aquí llamados Servant no lo son todo. Los magos que los invocaron, o sea, sus maestros también anhelan conseguir el Grial. Éstos están también muy conseguidos como personajes, mostrando coherencia y realismo, con estrategias y planes coherentes con el personaje. Me atrevería a decir que el más flojo en esta parte es Waver Velvet, el maestro de Sikandar. Éste es un punto muy positivo, pues en la anterior serie el mismo protagonista era incoherente y estúpido hasta decir basta. Destaco sobre todo en este apartado a los evidentes antagonistas de la historia: Kiritsugu Emiya, un terrorista que paradójicamente busca paz y justicia en el mundo, y Kirei Kotomine, en principio una marioneta de la iglesia pero que, digamos que desarrolla cierto interés en la guerra.
Entrando en la crítica puramente dicha, nos encontramos con una serie que comienza con un grandísimo primer episodio que nos sirve de introducción, poniéndonos todas las cartas sobre la mesa, permitiéndonos conocer desde el principio los pormenores de la Guerra del Santo Grial y sirve de magistral presentación de los maestros principales de la historia. Especialmente destacable me parece la historia de Kariya, un pobre hombre que sacrifica su vida para ayudar a una niña separada de su familia y torturada hasta decir basta. El capítulo acaba con la invocación de varios sirvientes en una escena que pone la carne de gallina, y dejando descolocados a quienes no conociesen previamente la historia y esperasen que Kiritsugu invocase al rey Arturo.
El ritmo de la historia es pausado, centrándose en su mayoría en las relaciones entre maestros y sirvientes, sirvientes entre sí y maestros entre sí. Esto, a mi parecer es uno de los aspectos más jugosos de la historia, más allá de la mera batalla. Claro que es emocionante ver a esos héroes peleando entre sí, sin ir más lejos, la primera batalla (pero batalla de verdad) es de lo mejor que he visto en cualquier anime, el capítulo se me hizo cortísimo. Tal vez el único capítulo que para mí sobre es el dedicado a Rin, que tampoco aportaba nada realmente relevante a la historia. Destaco en especial, a parte de la primera pelea entre Lancer y Saber, el capítulo del debate de los reyes, que sirve para encumbrar a Rider y callar las bocas de quien lo creía ridículo, pues a parte de descubrir grandes facetas de su personalidad, muestra un poder inconmensurable. Tan solo se le podría achacar que la primera temporada acabe como acaba, pero supongo que querrán guardar el grueso de las batallas para la segunda temporada.
La calidad de la animación está a la altura de las circunstancias en casi todo momento. Es bastante extraño encontrarse con caras raras o fallos de animación evidentes a simple vista, y los CG están tremendamente bien insertados, siendo casi imperceptibles en su mayoría. En este apartado, Ufotable se lo ha currado pero bien.
Finalmente, solo me queda expresar mi impaciencia por la segunda temporada que llegará en marzo, resistiendo el impulso de buscar las novelas para conocer el desarrollo del resto de la historia (pues el desenlace, salvo sorpresas, es bien conocido para los que vimos Fate / Stay Night).
Largos días y gratas noches.

1 comentario:

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