Mirai Nikki: Diario del Futuro

¿Qué pasaría si un día cualquiera tu diario empezase a contarte tu futuro con una antelación de unos diez minutos? Evidentemente intentarías hacer de otra forma todo lo que no haya salido según tus expectativas. ¿Y si te dijesen que hay otras once personas por ahí, y que debes luchar contra ellas para hacerte con el título de señor absoluto del tiempo y el espacio? Probablemente usarías tu diario para evitar el fatal desenlace que te hayan preparado. Pues de eso trata Mirai Nikki.

Yukiteru es un chaval asocial que se pasa el día anotando en su diario (que está en su móvil) todo lo que ve que ocurre a su alrededor. Un buen día, su amigo imaginario Deus Ex Machina le revela que no es todo lo imaginario que creía y lo mete a participar en un deathmatch entre doce personas con el objetivo de sustituirlo en su trabajo. Con lo cagón que es, no hubiese tardado en morir, pero resulta que su compañera de clase Yuno Gasai, la cual está locamente (literal) enamorada de él, también participa y no tiene reparos en matar a quien quiera hacer daño a su amado.

La historia en sí tiene bastante potencial, pues desemboca en un combate de inteligencias para ver quién es más listo y logra engañar a los diarios del resto. Alucinante. Pero como digo, una cosa es la idea y otra muy distinta es la ejecución. En esto, Mirai Nikki es muy irregular, pues nos regala momentos sublimes con escenas bastante crueles salpicado por otros que solo pueden llamarse cutres.

 Sí, ahora parece adorable. Pero espera, tú espera...

Por poner ejemplos, la parte donde van a una secta y de repente los fieles se lían a matarse entre sí, con varios giros donde la confianza en algunos personajes se pone a prueba y con un buen giro final está muy bien hecha. Pero por ejemplo, el niño super inteligente con acceso a gases venenosos y máscaras de gas, con complejo de ninja (cómo si no iba a sellar la casa entera con cinta aislante sin que nadie se diera cuenta) es bastante irreal, y la situación ridícula cuanto menos. Partiendo una pequeña lanza por el autor, asumiré que no le daba la imaginación como para poner a doce usuarios de diario carismáticos y diversos, por lo que se vio obligado a usar esos recursos.

Otra cosa en su contraes que la resolución de algunos arcos deja bastante que desear (esos dardos) ya sea por la forma en la que se salvan de lo peor o por matar a ciertos usuarios de diario a los que les hace falta un trasfondo menos vago. Por criticar también diré que eso de que la mayoría (o casi totalidad diría yo) de los diarios están escritos en un móvil, con una extensión de entradas digna de Twitter. No se yo, pero si tengo un diario, haría entradas bastante más largas y menos abundantes, pero bueno. Además por las fechas parece que alguien tomó la idea y de ahí la red social.

 Badass. Just badass.

Los personajes, al igual que el desarrollo son bastante irregulares: hay personajes buenos y bazofias. Sin lugar a dudas Yuno y Minene Uryuu con sus respectivas historias personales son los personajes mejor hechos de la serie, sobre todo la primera a la que rodea uno de los grandes misterios de la serie, que ardo en deseos de descubrir y espero no me decepcione. De Minene, aunque por el momento se conoce parte de su historia, me encantaría conocer sus motivos para ser como es y por qué toma decisiones en apariencia contradictorias.

Por último, el detalle que me encanta es que cada diario posee diferentes capacidades: el del protagonista cuenta la situación en general como en off, la acosadora cuenta todo lo que le pasa al protagonista, otro enumera las rutas de escape de cierto sitio, otro cuenta lo que ve cada miembro de su secta…

 Veis, lo dije.

En resumen, si no tienes en cuenta sus defectos (quién sabe, incluso pueden gustarte las partes que considero mierda) nos encontramos frente a una serie muy entretenida capaz de ofrecer momentos de tensión bastante grandes.

Largos días y gratas noches.