¿Qué pasaría si un día cualquiera tu diario empezase a
contarte tu futuro con una antelación de unos diez minutos? Evidentemente
intentarías hacer de otra forma todo lo que no haya salido según tus
expectativas. ¿Y si te dijesen que hay otras once personas por ahí, y que debes
luchar contra ellas para hacerte con el título de señor absoluto del tiempo y
el espacio? Probablemente usarías tu diario para evitar el fatal desenlace que
te hayan preparado. Pues de eso trata Mirai Nikki.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
martes, 20 de diciembre de 2011
El Nombre del Viento
Desde la majestuosa aparición de Tolkien, quién dio a la
fantasía un gran nombre, el género literario se estancó. El tremendo éxito de
su obra, sirvió de referencia a muchos autores que, ansiosos también de
revolucionar la fantasía épica, cayeron en el error de intentar imitarlo. El
mayor de los problemas es que la mayoría carecía del talento o la habilidad
lingüística para conseguirlo y en las sucesivas décadas el panorama se llenó de
Tolkien wannabes con decenas de obras mediocres a sus espaldas, obviando un
puñado de joyas.
Terry Prattchet fue uno de los pocos que se desmarcó de esta
tónica. Con su serie humorística, filosófica, descacharrante, etc. Mundodisco se convirtió en otro gran
autor de fantasía como referencia del mundillo.
Últimamente da la impresión de que el mundillo se está
liberando de esa “lacra” que involuntariamente fue Tolkien, con la aparición de
unas cuantas series literarias que dan mucho de qué hablar. Dos de los mayores
ejemplos son Canción de Hielo y Fuego
y La Crónica del Asesino de Reyes. Y
es ésta última la que me ocupa en esta ocasión.
Inglish Potinglish
El otro día tuve una “discusión” en Youtube, más
concretamente en los comentarios de este vídeo. Para ahorraros el esfuerzo de
buscarlos, lo comento yo. En el video se ve a un chaval eminentemente andaluz y
a una chavala irlandesa pronunciando nombres de personas y cosas en inglés. El
joven andaluz lo pronunciaba, pues como lo haría cualquier español con su
acento propio. En los comentarios de dicho vídeo no faltaban los típicos trolls
echando pestes del acento del chico, y, sorpendentemente, diciendo que los andaluces
éramos unos vagos. Así, by the face.
Como andaluz de pura cepa que soy, no pude evitar replicar en los comentarios:
"Hay que ser gilipollas para que os ofendáis por que el chaval es andaluz y os las deis de pronunciar mejor. Yo soy andaluz y pronuncio más o menos igual cuando hablo con algún colega, pero sé inglés y como se pronuncia en realidad, lo que pasa que no voy de fino, dándomelas de culto. Y me gustaría ver al los que tacháis a los andaluces de vagos trabajando en la recogida de la aceituna, por ejemplo, que seguro que no aguantáis ni una puta hora."
Aquellos que me conocen pensarán que qué es lo que digo, si
yo nunca he estado en la aceituna. Efectivamente, pero conozco a gente que sí,
y sé lo duro que es. Además, que trataba de cerrar bocas, no me critiquéis.
Bueno, la cosa es que recibí una respuesta que creo que puedo citar casi
textualmente gracias a mi prodigiosa memoria (y a que está guardado en los
comentarios de Youtube):
"No entiendo esa mania de TODOS los españoles desde el norte al sur, de pensar que si pronunciamos bien el inglés es ir de finos y que vas de "sobrao" respecto a los demás. No se trata de querer ser mejor que los demás, de esa falsa modestia española, se trata de que te puedas comunicar con gente que habla inglés y si lo pronuncias con fonemas españoles seguro que no te van a entender la mitad de las cosas que dices. Para hablar inglés mal con un colega mejor habla en español..."
La cosa es que me puse a pensar en lo que me dijo el tal osanjosef.
Es bien cierto que los españoles, cuando hablamos entre nosotros pronunciamos
los nombres ingleses adaptándolos a nuestra fonética. En caso de no hacerlo, y
pronunciar correctamente nos vemos sometidos a una burla por parte de nuestros
interlocutores, tachándonos de intento de cultos. Sí, puede que yo también sea
de esos, pero ¿Para qué engañarnos? Seguro que a la mayoría de vosotros os
parece un tanto repelente alguien que intenta pronunciar superbien cuando no
hay necesidad para ello.
Hasta aquí supongo que todo el mundo estará de acuerdo. Pero
el problema es que solemos hablar creyéndonos el ombligo del mundo, pensando
que somos los únicos que hacemos tal cosa, y los fervientes creyentes de la
Pronunciación Universal preparan las piras funerarias cuando cualquiera se
atreve a insinuar lo contrario. Bueno, pues no es cierto que los españoles
somos los únicos que hacemos eso. Sin ir más lejos, no dejo de oír a los
americanos pronunciar el nombre del actor Jorge García (Hurley de Lost) como
Horhi Garsía o la misma Penélope Cruz como Penelopi Crus. ¿Habéis visto? Eso
que solo hacemos los españoles porque somos unos catetos está también presente
en esos países que respetan tanto la fonética original. Y que no me venga un amerihater diciendo que son unos
incultos también en los USA, que no cuela.
En definitiva, como angloparlante (más o menos) asumo la
mofa y escarnio que conlleva el pronunciar correctamente una lengua extranjera,
pero solo en momentos en los que deba hablar realmente en la lengua de
Shakespeare, pues no toda mi audiencia cotidiana debe de ser angloparlante y me
arriesgo a que no entiendan la correcta pronunciación, obligándome a repetirme.
Mientras tanto, cuando deba pedir un White Label, el camarero oirá Guait Label
y no Guait Leibol. Porque claro, hay ciertas palabras que si uno no pronuncia
bien, queda como un puto cateto de mierda.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Planificación, señores, planificación.
Aunque entiendo los motivos, me sorprende la manía de los
creativos de series americanas de hacernos pasar por tandas de capítulos que
cuenten historias más o menos interesantes con una media de interés por la
continuación en ocasiones bastante mediocre, llegando a una season finale o midseason finale que te deja con un cliffhanger de cagarse patas abajo y tu pensando: “OHMYGOD!!!OHMYGOD!!!¿¿¿Por qué me hacéis
esto???¿¿¿Por quééééééé???”
Tal vez el motivo sea que obtienen un sádico placer al
pensar en cuántos millones de personas están pendientes de su serie, como si
fuese una droga que solo ellos puedan suministrar. El síndrome de abstinencia
en ocasiones puede ser brutal. Yo creo que es una táctica bastante baja porque
se puede volver en su contra: Si la serie no consigue captar el suficiente
interés durante la temporada, se arriesgan a que la gente se aburra en el
proceso y pase de seguir viendo la alucinante revelación que tan celosamente se
guardan para el último capítulo.
martes, 13 de diciembre de 2011
Inverosimilitud espacio-temporal
Lo admito, soy un fanboy de la fantasía y ciencia-ficción. Tal
vez la fantasía me tire más que la segunda, puesto que es difícil dotar de un
trasfondo científico medianamente creíble a los avances científicos que
presenta. Para eso, prefiero un mundo que ya sé de antemano que todo lo hizo un
mago (paradójicamente, me encanta Doctor Who, que se pasa cualquier ley de la física
por el forro).
Progreso y la ceguera consiguiente.
No deja de sorprenderme la actitud de desprecio que mucha
gente asume ante el libro de formato digital. Gente que en otra época abrazaba
el cambio de VHS a DVD, del CD al MP3, o incluso del teléfono fijo al móvil,
ensalzando las virtudes de la nueva tecnología, se muestran reacios o niegan
rotundamente el avance que esto supone para el lector habitual.
Uno dirá: “La sensación de tener el libro en papel no podrá
sustituirla un aparato digital.” Hable usted con el lobby de fanáticos del
vinilo, que seguro que lo entienden. Otro pensará: “No puedo leer en un
cacharro de esos, porque yo estoy diez minutos en la pantalla del ordenador y
ya lagrimeo.” No problemo, los e-books usan tinta electrónica, que no cansa más
que mirar a un papel.
De toda la vida he sido un ávido lector, tan solo frenaba mi
ritmo el desembolso económico que suponían más libros o que un conocido no
tuviese libros que llamaran mi atención, por no hablar del pésimo gusto que
abarrotaba la biblioteca local. Estos últimos años, antes de mi adquisición de
un dispositivo digital, puedo contar con los dedos de las manos los libros en
edición física que he leído, por un conglomerado de las razones anteriormente
expuestas, sobre todo debido a la actual situación económica y al abusivo
precio que se daba a los libros de más de cien páginas. En cambio después de mi
compra del Kindle (maldigo a Amazon por su sustancial rebaja del aparato, unos
pocos meses después de comprarlo), he leído más libros que en los últimos tres
años con la comodidad que aporta llevar una biblioteca en una millonésima parte
de su peso.
Otra cosa curiosa es la gente que piensa que por tener un
moderno y fashion i-Pad, van a poder leer y leer en él como quien tiene un
e-book, con el añadido de poder jugar al Angry Birds cuando su cansada vista no
pueda seguir con la lectura. Hasta donde yo tengo entendido, un i-Pad no es
multitarea, por lo que, pongamos que quiero escuchar música para ambientar mi
lectura. Habría que usar otro aparato para reproducirla, dado que Steve Jobs no
pensó que la gente no estaría tan embobada con sus cacharritos como para pensar
en hacer dos cosas al mismo tiempo. En cambio mi Kindle, que sirve para poco más
que para leer, me permite escuchar mis bandas sonoras favoritas mientras leo épicas
aventuras de fantasía heroica (o no tan heroica). Otra desventaja del
pisapapeles de Apple, es que al cabo de unas pocas horas, la batería muere,
puesto que requiere de una gran cantidad de energía para mantener su coolness.
Desde Agosto tengo el Kindle y lo he tenido que cargar tres veces, y mira que
leo todos los días.
Largos días y gratas noches.
Once Upon A Time
Bueno, la primera entrada en serio de mi blog va dedicada a esta serie que lleva pocos capítulos, pero que va mostrando papeletas para convertirse, si no en una de las grandes, en una serie muy entretenida.
lunes, 12 de diciembre de 2011
¿Y esto para qué sirve? ¿El título dices?
Bueno, pues esperando escribir bastante aquí, he creado este blog, donde hablaré de las cosas que me gusten, me hagan pensar, etc...
Principalmente me servirá para hacer artículos de opinión sobre alguna serie que haya visto o esté viendo, algún videojuego, libro, etc. Aunque también podré hacer comentarios sobre algo que me llame la atención, situaciones que me mosquean, etc.
Sin más dilación cierro esta entrada de presentación y me lio a configurar un poco esto.
Largos días y gratas noches.
Principalmente me servirá para hacer artículos de opinión sobre alguna serie que haya visto o esté viendo, algún videojuego, libro, etc. Aunque también podré hacer comentarios sobre algo que me llame la atención, situaciones que me mosquean, etc.
Sin más dilación cierro esta entrada de presentación y me lio a configurar un poco esto.
Largos días y gratas noches.
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